FONDOS DE INVERSIÓN - ETFS - FUNDAMENTOS Y CONCEPTOS • Fecha de publicación: 09 / 07 / 2024
La segmentación del mercado financiero. La explosión de los fondos de inversión y ETFs
El auge de los fondos de inversión, tanto cotizados (ETFs) como no cotizados, ha supuesto un cambio fundamental en los mercados financieros en las últimas décadas.EG
Enrique García Sáez
09 / 07 / 2024
El auge de los fondos de inversión, tanto cotizados (ETFs) como no cotizados, ha supuesto un cambio fundamental en los mercados financieros en las últimas décadas. El crecimiento del total de activos gestionados por fondos de inversión tradicionales (en el siguiente gráfico "mutual funds") ha crecido con gran fuerza desde los años 70, mientras que esta explosión se produjo para los ETFs ("exchange traded funds" en el siguiente gráfico) en los años 2000. Desde entonces, esta última categoría ha ido ganando terreno constantemente a la primera.
Independientemente de si el inversor invierte o no a través de estos vehículos de inversión colectiva, resulta de gran interés entender las razones y el impacto de esta gran tendencia en la industria financiera, así como su posible impacto en el mercado y las valoraciones de compañías cotizadas.
Qué problemas intentan resolver los fondos de inversión
Los fondos de inversión son vehículos de inversión colectiva que permiten agregar fondos de múltiples inversores para invertir de forma conjunta. Inicialmente, los fondos gestionados permitieron al inversor delegar la toma de decisiones simplificando notablemente la inversión diversificada, haciéndola mucho más cómoda. Una parte de los costes de gestión quedó reducida al gestionar un capital mayor, ya que los costes de transacción, análisis y depósito se reparten entre más partícipes. Sin embargo, una gran parte del excedente quedó en manos de los gestores y entidades comercializadoras, como todavía sigue sucediendo actualmente en muchos productos. La inversión pasiva o los fondos índice nacieron para resolver este último problema, reduciendo al máximo los costes de gestión y análisis, eliminando cualquier justificación de comisiones que no sea estrictamente necesaria.
Parte de su éxito se debe a la comodidad que ofrecen. Esto ha permitido que las entidades financieras, que antiguamente tenían como principal objetivo conceder créditos, hayan encontrado en este sector una gran oportunidad. Son productos que se comercializan bien, se prueban múltiples tipos de temáticas, nombres, publicidad, etiquetas, etc. Se produce una segmentación de clientes cada vez más sofisticada. A diferencia de la concesión de crédito, que en ocasiones genera importantes pérdidas por morosidad, con la comercialización y gestión de fondos casi siempre se gana dinero. El requisito principal es tener una mínima escala y cartera de clientes, de esta forma, las comisiones fijas van a asegurar una importante fuente de ingresos superior a los costes.
Pero el auge de la inversión en fondos tiene unas causas estructurales importantes, no solo son una colocación interesada de instituciones financieras. Dejamos a un lado la cuestión fiscal, que depende de la regulación específica de cada país y que no es aplicable a todos los fondos.
El problema de gestionar una cartera
Cómo ya explicamos en un artículo anterior, ser propietario directo de activos tiene a menudo importantes inconvenientes. Por eso tiene sentido que los intermediarios financieros y los brókers nos faciliten esta labor, resolviendo algunos problemas fundamentales de administración y acceso al mercado.
Pero el inversor puede ir más allá, y no sólo delegar la parte administrativa, sino también parte de la estrategia o decisiones sobre en qué invertir. Esto se debe a que una estrategia que requiera una gran actividad de compraventas (ej: balancear una cartera diversificada que replica al índice S&P 500, como este ETF de Vanguard) o de análisis (ej: analizar a fondo las compañías que se incluyen en cartera), puede resultar muy costosa para un inversor particular en términos de gastos, tiempo, conocimiento y esfuerzo.
El problema del acceso a ciertos productos y activos
A veces el inversor desea tomar sus propias decisiones de inversión, pero por determinadas circunstancias no tiene acceso a ciertos productos en condiciones razonables. Un caso extremo puede ser la inversión en startups o compañías privadas, a cuyas rondas de financiación solo tienen acceso ciertos fondos de capital riesgo. Sin embargo, un fondo con gran volumen es posible que pueda llegar a tener acceso a estos activos, directa o indirectamente. Un ejemplo es Invesco Global Listed Private Equity ETF.
Pero no hace falta irse a activos “exóticos”, invertir en bonos soberanos o corporativos puede ser una tarea complicada. Aunque algunas entidades te ofrecen el acceso a este mercado, el difícil acceso a la información y las comisiones en productos de baja rentabilidad hacen que no valga la pena en algunas ocasiones.
Aquí son interesantes los fondos cotizados o no cotizados en renta fija. Curiosamente, están popularizándose los ETFs de bonos al vencimiento que en la práctica funcionan en sí mismos como un bono, con fecha de madurez y liquidación. Un ejemplo ilustrativo es iShares iBonds Dec 2028 Term Corporate ETF.
Posibilidad de mayor fragmentación
Invertir 5.000€ en una cartera diversificada de 600 empresas es un completo sinsentido, mientras que adquirir un fondo índice por esa cuantía es perfectamente razonable. Esto se debe a la agregación de volumen previa que hace el fondo, que después fragmenta en acciones o participaciones. Este factor es fundamental ya que permite que inversores con capitales bajos puedan llevar a cabo estrategias de alta diversificación y de bajo coste de administración.
La comodidad y flexibilidad de los fondos hace que estén más presentes en todos los ámbitos de inversión
El auge de los fondos de inversión no sólo compite con la inversión tradicional en activos financieros (gestionar una cartera de acciones a nivel personal), sino que le va quitando protagonismo a otras categorías de inversión como la adquisición directa de propiedades y viviendas. La vivienda ha sido siempre uno de los activos en los que más han invertido los hogares y familias. Sin embargo, en Estados Unidos el crecimiento de la inversión residencial y los pasivos por hipotecas de los hogares han aumentado con más lentitud en las últimas décadas en comparación con los años 70, 80 o 90. Mientras tanto, como hemos visto anteriormente, el volumen total de activos en la industria de fondos de inversión ha crecido con más fuerza, sobre todo en el caso de los ETFs.
Hay que anotar que la comparativa directa entre volumen de activos en inversión residencial versus fondos de inversión no es totalmente justa. Esto se debe a que una inversión que un particular hace en fondos de inversión puede multiplicarse por varias veces si el fondo que contrata invierte a su vez en más fondos (fondos de fondos), lo cual no es nada extraño. En cualquier caso, no sólo se puede evaluar el crecimiento de la industria de fondos en base al volumen total de activos, sino a la increíble ampliación del catálogo disponible para los inversores, con una gran expansión de la variedad de productos que se pueden adquirir. De hecho, la aparición de cada vez más fondos de diversos tipos implica una segmentación y “sofisticación” de la industria cada vez mayor.
La comodidad y flexibilidad de los fondos de inversión hace que la industria expanda sus tentáculos cada vez más. A veces no es que compita directamente con la inversión inmobiliaria, sino que interviene cada vez más en esas alternativas de inversión. Es decir, la inversión inmobiliaria será la que tenga que ser, pero es posible que la industria financiera juegue un papel cada vez mayor en el proceso. Por ejemplo, no debe de extrañarnos que haya fondos de inversión que invierten en sociedades de inversión inmobiliaria (como por ejemplo este ETF de REITs). Un inversor particular puede entonces participar en los beneficios de inversiones inmobiliarias sin adquirir directamente las propiedades.
La negociabilidad de estos productos provoca que sea cada vez más conveniente para muchos particulares y empresas, debido a un mundo cada vez más cambiante. Las personas se encuentran cada vez con más incertidumbre en su futuro profesional y vida privada, de forma que no siempre puede comprometerse con inversiones directas en propiedades o negocios particulares, mientras que los fondos ofrecen una alternativa temporal, negociable y muy fragmentable. No sólo eso, además estos productos normalmente reducen la responsabilidad patrimonial del inversor, mientras que la propiedad directa de los mismos puede generar obligaciones de administración y mantenimiento.
El impacto del éxito de los fondos en los mercados financieros
Pudiera parecer que el auge de los fondos de inversión frente a otras alternativas provoca automáticamente una bolsa más cara, tras producir una mayor demanda de activos financieros. Sin embargo, los mercados tienen una gran capacidad de adaptación y ajuste. Uno de los principales mecanismos que reajusta las valoraciones en bolsa es la emisión de más o menos activos en función de las valoraciones que reciben. Es decir, una bolsa cara es un gran incentivo para que más empresas acudan a emitir o vender acciones, y es de sobra conocida la relación entre máximos de mercado y expansión de las IPOs. En este sentido, si la expansión de los fondos de inversión provoca una mayor afluencia de fondos al mercado de acciones, es probable que la consecuencia sea un aumento de la oferta de acciones y títulos por parte de las actuales o nuevas empresas. Este fenómeno nos da la pista de que la expansión de los fondos de inversión está provocando una "financialización de la economía", donde el sector financiero está cada vez más presente.
Por esta razón, los efectos o distorsiones hay que buscarlos más bien en los sesgos más extendidos de la inversión a través de fondos. Por ejemplo, la inversión pasiva que se realiza a través de ETFs suele ser bastante arbitraria al escoger un número fijo de compañías de mayor capitalización. Si esta arbitrariedad se extiende y muchos inversores invierten en un ETF con un número fijo de compañías, la entrada o salida de ese ETF para un valor tiene un impacto inmediato notable. De hecho, cuando un valor entra o sale del S&P 500, uno de los índices más populares, la cotización sube o baja en un corto periodo de tiempo anticipando futuras compras o ventas debido a las estrategias de ETFs populares.
Un ejemplo concreto es esta crónica de mercado comentando las entradas y salidas de valores en septiembre de 2023 de algunos índices norteamericanos: S&P 500, S&P MidCap 400 y Small Cap 600. Curiosamente, los valores que entraron en el S&P 500 y los que entraron en el S&P MidCap 400 (subiendo de categoría) tuvieron una reacción positiva diaria de entre 1,5 y 5 puntos porcentuales. Por otro lado, casi todos los que abandonaron el SmallCap 600 para ser excluidos de estos tres índices reaccionaron negativamente tras la noticia con caídas diarias de entre 1 y 5 puntos porcentuales. El impacto en periodos de tiempo más largos pueden ser considerablemente mayor. La especulación anticipada con estos movimientos de valores en índices responde al efecto que tiene la inversión en índices a través de fondos que los replican casi automáticamente, anticipando que tras la inclusión o exclusión en el índice de un valor habrá una mayor o menor demanda de ese valor.
Otro aspecto a tener en cuenta es el efecto acompañamiento o arrastre que tienen determinados segmentos sobre los valores que los componen. Actualmente, debido a que cada vez más inversores invierten a través de ETFs sectoriales, aquellos valores incluidos en estos ETFs que no estén afectados realmente por determinada noticia podrían verse afectados por el hecho de que esté saliendo o entrando dinero de productos que los incluyen.
En el caso de fondos gestionados, los sesgos suelen centrarse en las opiniones extendidas y al coste reputacional de incluir o no incluir determinados activos financieros. Los gestores de fondos tienen miedo (a veces justificado) de perder partícipes cuando toman ciertas decisiones. El miedo o riesgo percibido por una mala evolución inmediata puede ser mayor para un gestor de fondos que para un inversor particular.
La comprensión del auge de los fondos de inversión, y más concretamente de los ETFs, ayuda a entender determinados movimientos o distorsiones temporales de las cotizaciones. Estos aspectos pueden dar pistas de qué está sucediendo en el mercado con determinados valores o sectores, así como a corregir defectos o debilidades de determinadas estrategias de inversión, incluida la inversión pasiva a través de ETFs. Adicionalmente, es posible que sea de gran interés para el inversor hacia dónde está yendo la industria financiera y la comercialización de fondos, y cómo afecta a sus intereses y estrategia de inversión la oferta de cada vez más productos diferenciados.
Resumen y conclusiones
A lo largo del artículo se han expuesto varios aspectos sobre el fenómeno de la expansión de los fondos de inversión:
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En las últimas décadas se ha producido una importante expansión del volumen total de activos gestionados por fondos de inversión, tanto cotizados como no cotizados.
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Además de ser un producto que funciona muy bien para entidades comercializadoras (entidades financieras tradicionales), hay razones estructurales para su expansión y algunas ventajas evidentes para los inversores.
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La primera ventaja es la simplificación de la gestión y administración de una cartera para el inversor, tanto en términos de costes de administración como en la reducción del esfuerzo en gestión y análisis.
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La segunda ventaja es el acceso en condiciones razonables a activos a los que no tiene acceso el inversor, ya sea porque sean imposibles de aquirir para un pequeño inversor o por su alto coste relativo.
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La tercera ventaja es que añaden la posibilidad de fragmentar las inversiones con mayor facilidad, permitiendo una estrategia de inversión diversificada con capitales pequeños.
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Los fondos de inversión han ido ganando terreno a otras alternativas de inversión tradicionales como la inversión directa en vivienda, debido a su flexibilidad, negociabilidad y comodidad. En otros casos, simplemente la industria financiera y los fondos han ganado presencia como intermediarios para ese tipo de inversiones.
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Las consecuencias de la popularización de los fondos de inversión tienen que ver con los sesgos y forma de elaboración de carteras de éstos. En el caso de los ETFs y la inversión pasiva, segmentan el mercado de forma arbitraria tanto a nivel de tamaño de cotizadas como geográfico, provocando algunas distorsiones temporales en las valoraciones de las compañías cotizadas que no tienen que ver con sus perspectivas empresariales.